Desde abril hasta octubre de 2018, además de volver al Dom Pedro para completar una nueva toma de imágenes y un conocimiento más exhaustivo de su estado y forma actuales que ya hemos publicado en la web de Solopecios, nos han mantenido ocupados un conjunto de posiciones GPS y puntos más o menos precisos, a lo largo de un amplio arco que se extiende desde los bajos de Bruyos en Muros, hasta los islotes Sagres en Aguiño. A lo largo de ese amplio cuadrante, buceamos en marcas diversas. Bajamos a viejos restos de pesqueros al norte y recorrimos los bellos promontorios de roca que circundan el “Gallego”, buscando el Salier al sur. Pero principalmente y con mejores resultados, tuvimos ocasión y buen tiempo para reconocer una pequeña concentración de marcas. Como corolario de todo ello, en 2018 tenemos TRES nuevos pecios –por las características observadas, fechados entre finales del XIX y primeros años del XX—que de momento, denominaremos “oficialmente” como M1, M2 y M3 hundidos sobre un fondo de 60m. los dos primeros y sobre 75m el M3.
El punto de partida para llegar a estos pecios fue el intento de recuperar la posición de otro buceado anteriormente en el año 1997 por José Manuel Silva y que se encontraba sobre un fondo entre 60 y 65m. Aquella posición extraviada y olvidada a lo largo de todos estos años nos ha hecho trabajar mucho en la zona para intentar encontrarlo de nuevo ya que se trataba de un pecio típico del siglo pasado, y todavía pendiente de identificar aunque en su momento se realizaron en él dos inmersiones. Hemos de decir que no lo hemos encontrado todavía pero llevados por este objetivo hemos conseguido localizar estos tres pecios nuevos.
Las condiciones de buceo si bien hubo días de muy buena mar, en el fondo la mayoría de las veces fueron inmersiones de noche debido a que no llegaba la luz:
Pecio M1: Sin identificar. Eslora indeterminada por el momento. Hundido a 60m.
Pecio M2: Sin identificar. Carguero de entre 80 y 100 m. de eslora aproximada. Hundido a 60m.
En la siguiente fotografía se muestra algo que nos llamó poderosamente la atención y es el eje de trasmisión partido en dos como si fuera un lápiz … Se puede ver una de las partes (la que va a la hélice) en primer plano en ángulo de 45 º sobre la arena y la otra parte, la que viene de la máquina al fondo de la fotografía saliendo semienterrada también en la arena. No es muy normal que un eje de acero se parta así, y nos hace pensar sobre que clase de impacto sufrió el barco cuando se hundió, quizás debido también a que iba con las bodegas llenas. :
Todavía quedan algunas incógnitas que despejar y muchas inmersiones por realizar para ponerle nombre a estos pecios pero… ya hemos empezado !!…